top of page

En Modo Automático

  • Foto del escritor: Francesca Benavides
    Francesca Benavides
  • 22 may 2021
  • 3 Min. de lectura

Es normal que tengamos días en los que solo optemos por poner nuestro cuerpo en modo automático, es decir, dejamos actuar a este, pero no somos realmente conscientes de lo que estamos haciendo; nos dejamos llevar por la rutina, por los quehaceres, por el estrés, y por la cotidianidad. Es momento de replantear esto, y cuestionarnos ¿Estoy disfrutando mi día a día? ¿Estoy haciendo lo que me hace feliz? ¿Me siento bien conmigo mismo?



La desmotivación, el cansancio, y los malos hábitos, son factores que surgen ante grandes dosis de estrés. Usualmente, este toma las riendas de nuestra vida porque hemos normalizado y hecho parte de nosotros el cargarnos de trabajo, el ser exigentes con nosotros mismos. Siempre buscamos el querer hacer las cosas “bien”, acabar nuestras labores a “tiempo” y poder satisfacer las exigencias de los demás, para así, hacerlos sentir orgullosos y sentirnos seguros de que estamos haciendo un buen trabajo.


Sin embargo, es interesante el poder que le damos a los demás para con nosotros. Necesitamos la opinión de los demás para poder sentirnos bien, para tener su validación, para sentirnos aceptados, y así nos aislamos en la normalidad. En este proceso, perdemos nuestra verdadera esencia, porque nos adaptamos a lo común, a lo repetido, a lo poco único y copiamos ese estándar al que todos están acostumbrados.


Por lo que, dejamos de lado nuestra creatividad, nuestro ingenio, y el darnos la oportunidad de salir de nuestra zona de confort. Todo esto nos limita, porque cuando quieres intentar algo nuevo, pero que es “diferente”, automáticamente se genera el miedo al fracaso. El miedo por si a los demás les gustará o no lo que haces, el miedo de sí aceptarán lo que tanto te costó idear. Pero, ¿que está bien y que está mal?, ¿cómo medimos esas variables?, los únicos capaces de poder identificar si estamos haciendo las cosas “bien”, somos nosotros mismos, porque el proceso es nuestro, porque ese esfuerzo es nuestro, porque el tiempo es nuestro, y porque nos ha costado, y puede que nuestro avance para otros sea algo muy básico, o muy poco, pero, no deja de ser un avance, y eso debemos valorarlo.



Es importante saber que el reloj es personal, cada uno tiene su tiempo, y no debemos apresurarnos ni angustiarnos si aún las cosas no dan un fruto. Puede llegar a ser un poco complicado el confiar en nosotros, el apostar por lo que realmente nos sacia y nos hace feliz, el levantarnos cada mañana con la motivación de poder desactivar ese modo automático y tomar las riendas de nuestra vida, de satisfacer nuestros propios deseos, y a nosotros mismos. Con la seguridad de que somos lo suficientemente capaces de cumplir nuestras metas, nuestros sueños y todo lo que nos propongamos, siendo únicos, siendo auténticos, mostrándonos reales, con nuestras virtudes y nuestras debilidades.


Perdernos en la cotidianidad, nos causa frustración, y sin querer nos estanca. Hoy es un buen día para pensar y reflexionar si realmente estás haciendo lo que te hace feliz, bajo tus tiempos, y expectativas, o si sólo estás dejando tu vida pasar y en modo automático, cualquiera que sea tu opción, aún estás a tiempo de seguir mejorando, o de hacer un cambio. Recuerda que lo que sea que hagas no debe ser una imposición u obligación, sino algo que disfrutes, quieras y hagas con voluntad y sobretodo con mucho amor.



Comentários


Logo_edited.png
  • Gris Facebook Icono
  • Gris Icono de Instagram

© 2021 by Actualiza2

bottom of page